Una pajilla antes de que llegue papá
En parte no es tan malo que nuestros padres nos corten el rollo cuando nos queremos hacer una pajilla, si tuviésemos toda la libertad del mundo para masturbarnos cuando quisiéramos, al final acabaríamos siendo unos obsesos del sexo y estaríamos todo el día dando caña a nuestras pollas y coños. Esta jovencita ha aprovechado un tiempo muerto mientras que su padre con el que vive desde que se divorció va a arreglar...