¿Que pensará mi madre de esto?
Su hijastra se puso a bailar y a hacer ejercicio delante de él, eso hizo que el hombre dejase de centrar su atención en el periódico y se pusiera a mirarle el culo. Que buena estaba, pero claro, en realidad era su padrastro y no podía follarse a la hija de su mujer. Con lo que no contaba es que aquella jovencita era realmente guarra, y precisamente lo que buscaba era tener sexo con el maduro.
Se sentó a su lado y poco a poco lo fue poniendo más cachondo, hasta que finalmente el padrastro la tumbó y la abrió de piernas. Ambos tenían claro que aquello no estaba precisamente bien, pero les daba igual.