Enseñando el chochito por las calles de la ciudad
Ir sin bragas y enseñando el chochito se convierte en un deporte para algunas mujeres, la sensación de ser libre y saber que en cualquier momento un apuesto hombre les levantará la falda, las pondrá a 4 patas y les meterá la polla, es algo que las pone realmente calientes y al final estas prácticas exhibicionistas se convierten en una auténtica adicción. en la mayoría de los casos todo sucede por casualidad, es decir, un día se olvidan de ponerse las braguitas y se dan cuenta del gustito que da dejar al aire libre su rajita o sentarse en la silla de un bar para tomarse un café y tener un orgasmo con el simple roce de su coño con el frío metal de las sillas. De verdad, esta zorrita me ha encantado porque tiene mucha clase y gusto para vestir la poca ropa que lleva puesta, pero mucho más me ha gustado lo que tiene entre las piernas y me lo comería a ojos cerrados tal cual, me daría igual incluso que acabara de hacer pipí porque seguro que su sabor y los jugos de su chochete tienen que saber de maravilla.